Desarrollo sexual, conductual y hormonal en perros
Aveces hablar de sexualidad en nuestras mascotas resulta un tanto confuso y aveces nos dejamos llevar por lo que digan conocidos, las redes sociales o internet.
Por ello, está ocasión el tema a revisar es básico, sencillo pero a la vez complejo, las características reproductivas de perros machos y hembras. Desde el desarrollo embrionario, empiezan a ocurrir cambios en la formación de los fetos, para diferenciar entre hembras o machos. Al nacer cada espécimen manifiesta características anatómicas propias de cada género. Al cabo de unos meses los perros empezarán a desarrollar la habilidad “reproductiva”, es decir, los órganos sexuales (ovarios, testículos, oviductos, conductos seminales, útero, vagina, epidídimos, vulva y pene) estarán preparándose para poder realizar la reproducción. El proceso de fertilización, similar al de los humanos, en hembras y machos se presentan en diferentes momentos y está influenciado por diversos factores, como el ambiental, nutricional y social. El factor ambiental incluye el clima del lugar de residencia del perro, por ejemplo, perros de climas fríos tardan más en presentar las características reproductivas a diferencia de perros que habitan en climas cálidos. El factor social implica, por ejemplo, el “estrés”, si un animal está estresado por mala nutrición, maltrato etc, difícilmente producirá gametos de excelente calidad o no llevará a cabo una buena gestación.
Otro elemento, del factor social, es la característica exposición a otros perros, principalmente hembras con machos, esto puede llegar a acelerar el proceso y entrar antes en celo, los animales se controlan todo el tiempo por hormonas y no por sentimientos. Al existir el estímulo por feromonas de machos o hembras en el ambiente, un macho o hembra puede acelerar el desarrollo de los gametos, respondiendo de esta manera al estímulo. El caso del factor nutricional, uno de los más importantes, implica que si un perro tiene sobrepeso o están bajos de peso, no están saludables. El peso es un factor clave en el éxito de una reproducción adecuada, segura y responsable, pues de estar el animal sano y bien nutrido, producirá mejores gametos y en mayor cantidad. La hembra tendrá más elementos para nutrir a las crías sin comprometer su salud.
Reproductivamente hablando, se considera un perro hembra o macho, cachorro desde el momento del nacimiento hasta aproximadamente los 11 meses de edad. Una vez superada esta edad, ya consideramos a los perros como adultos. Dentro de la etapa cachorro, está la pubertad, que empieza en promedio a los seis meses de edad y termina cuando el ejemplar ya no crece ni gana peso (10-12 meses de edad), por lo que para esto los animales podrán realizar su primera “monta”. Al momento de la pubertad las hembras tendrán su primer celo y por su vulva habrá secreción sanguinolenta y en el caso de los machos solo veremos la característica de orinar en mayor frecuencia (marcaje). Los detalles sobre los ciclos los abordaremos en la siguiente publicación. /